¿Vivimos la era dorada de los videojuegos PS5 o solo un espejismo digital? El gaming de PS5 nunca ha sido tan adictivo y personal como ahora
Estamos en pleno 2025 y si algo está claro es que GuiasPSN se ha convertido en la brújula definitiva para quienes viven el gaming con pasión milimétrica. No se trata solo de pasarse un juego: hablamos de dominarlo, exprimir cada rincón oculto y desbloquear cada trofeo posible. Esta plataforma no solo organiza el caos digital que es la PlayStation 5, sino que marca el ritmo de una comunidad que ya no juega por jugar. Juega para ganar. Para completar. Para dejar su huella virtual con precisión quirúrgica.
Y dentro de ese universo, la fiebre por los platinos PS5 arde más que nunca. Títulos que exigen estrategia, tiempo y una voluntad casi espartana. El caso de Persona 5 es ya mítico: más de 100 horas para conseguir el platino perfecto, organizadas al detalle en una guía que ya es leyenda. Y si buscamos nuevos horizontes, ahí está Expedition 33, ese RPG europeo que no solo deslumbra por su estética, sino por ofrecer una experiencia completa, desafiante y deliciosamente calculada.
La palabra clave es PS5, y su legado se escribe con trofeos.
“Guías que valen más que el oro”
La fiebre del platino no es casualidad
Hace tiempo que los videojuegos dejaron de ser pasatiempos para niños o frikis encerrados en habitaciones oscuras. Ahora son sistemas de progreso, de identidad y reconocimiento social. Ser gamer ya no es jugar: es conseguirlo todo. Es platinar. Y en ese ritual moderno de la completitud digital, los trophy hunters han construido templos de sabiduría en forma de guías detalladas, vídeos tutoriales y consejos que a veces se sienten como confesiones secretas.
La web GuiasPSN se ha convertido en una brújula esencial para quienes no quieren dejarse un solo trofeo por recoger. Y no, no hablamos de “pasarse el juego”, sino de destriparlo, analizarlo, dominarlo hasta el más mínimo detalle. ¿El tiempo necesario? A veces 2 horas, a veces 100. ¿El precio? A veces 5 euros, a veces la cordura.
Los juegos han aprendido el truco. Algunos títulos existen únicamente para ofrecer platinos fáciles y rápidos, diseñados para alimentar esa necesidad de logro que hoy mueve más que cualquier narrativa profunda. Una fórmula que funciona tan bien, que ha cambiado la forma en que se desarrollan los videojuegos. Literalmente.
«Algunos no quieren jugar, solo ganar. Y eso también es una forma de jugar.»
Plataformas como YouTube arden con títulos que ya son clásicos en sí mismos: «PLATINO FÁCIL | Todos los Trofeos en 2 Minutos SIN JUGAR» o «5 Platinos Rápidos que TIENES que conseguir». Más que títulos, son mandamientos para toda una generación.
El nuevo canon RPG tiene acento japonés… y se llama Persona 5 Royal
Si los platinos rápidos son el fast food del gaming, Persona 5 Royal es una cena de cinco tiempos en un restaurante de estrella Michelin. Con sus más de 100 horas de juego necesarias para desbloquear el platino perfecto, representa todo lo opuesto al consumismo digital: planificación, paciencia, estrategia. Una especie de ajedrez narrativo que premia la cabeza tanto como el corazón.
La comunidad que gira en torno a este juego ha convertido la tarea de platinarlo en una especie de rito de paso. En GuiasPSN han logrado una hazaña casi mística: condensar todo el proceso en una sola partida, como si un monje budista lograra la iluminación sin reencarnaciones. Y lo han hecho con precisión quirúrgica, día por día, acción por acción.
“Platinar Persona 5 Royal es como escalar una montaña con los ojos vendados… pero con un guía que sabe cada piedra.”
Este título, además, no solo ha cambiado vidas, sino que ha influido en otros desarrolladores. Su herencia se ve en juegos como Clair Obscur: Expedition 33, que mezcla la profundidad del JRPG con una estética europea que parece sacada de una postal distópica de la Belle Époque.
Clair Obscur y el futuro francés del RPG
Un viaje elegante entre París y el fin del mundo
Desarrollado por un estudio francés con más alma que presupuesto, Clair Obscur: Expedition 33 es un ejemplo perfecto de que el gaming europeo tiene voz, fuerza y estilo. Aquí no hay samuráis ni mechas, pero sí combates tácticos con QTEs que exigen reflejos y decisiones. El juego usa Unreal Engine 5 como si fuera un pincel impresionista. Cada escena parece pintada por un alma inquieta que soñó con Debussy, pero jugó a Final Fantasy.
El sistema de combate es híbrido: ni lento ni frenético. Es justo el tipo de experiencia que recuerda que el rol no necesita explosiones cada tres segundos para sentirse épico. La crítica lo ha aclamado por su innovación y por atreverse a mezclar, a romper esquemas.
Y lo mejor es que no nace de una multinacional con marketing agresivo, sino de una idea con garra. Una chispa que ha encendido la mecha del renacimiento europeo del RPG. Una rareza preciosa. Un experimento que funciona.
El músculo técnico de la PS5 se vuelve arte
Con cada título, la PS5 demuestra que no es solo una consola: es una fábrica de sueños digitales. Horizon Forbidden West y Final Fantasy XVI no solo se ven bien; se sienten bien. Las expresiones faciales son tan realistas que a veces parecen más humanas que los actores de carne y hueso. La iluminación, los climas dinámicos, las partículas… todo está diseñado para que el jugador no solo juegue, sino que viva dentro del juego.
El paso a la realidad virtual ha dado otro salto. Resident Evil Village VR no es solo terror digital, es una pesadilla sensorial. Y No Man’s Sky VR te permite recorrer galaxias como si fueras Magallanes con casco y mando en mano. La inmersión es tan intensa que muchos jugadores hablan de “efectos post juego”, como si hubieran vuelto de un viaje real.
El alma del gaming está en el platino compartido
Curiosamente, la competencia por trofeos ha unido más que separado. Antes uno jugaba solo; ahora uno juega y guía. Las comunidades de trophy hunters son pequeñas universidades digitales, donde los veteranos enseñan a los nuevos con la paciencia de un abuelo pescador. No se trata de presumir, sino de compartir el camino.
Y eso ha democratizado el conocimiento. Plataformas como Trofeos PSN o YouTube se han convertido en enciclopedias colaborativas donde todo se explica, se ordena y se comparte. Ya no hay excusa para no platinar un juego. Solo hace falta tiempo. Y ganas.
“El platino no es un trofeo. Es un estilo de vida.”
La vida es un juego. Y se puede platinar también
Los trofeos ya no se quedan en la pantalla. Han invadido otras áreas de la vida. Aplicaciones de ejercicio, aprendizaje de idiomas, trabajo en equipo… todos copian los sistemas de recompensa del gaming. Lo que empezó como un trofeo digital, ahora es una nueva forma de vivir: convertir la vida en un juego, donde cada logro cuenta, donde cada meta desbloquea una nueva fase.
Y no, no es una metáfora barata. Basta ver cómo funcionan apps de productividad o cómo las empresas introducen mecánicas de juego en sus procesos. Gamificar es una palabra fea, pero real. Y poderosa.
“La vida también se puede platinar. Solo hay que saber qué guías seguir.”
La paradoja perfecta: lo retro y lo futurista en un mismo mando
Quizá la mayor genialidad de esta era sea la convivencia de opuestos. Lo retro brilla más que nunca: Astro Bot ha ganado premios por rescatar el espíritu clásico del gaming. Pero al mismo tiempo, lo futurista nos abruma con posibilidades técnicas y narrativas sin precedentes. La PS5 es el puente entre ambos mundos.
Y nosotros, los jugadores, somos cronistas de esta época extraña, hermosa y adictiva. Cada partida es un testimonio. Cada platino, una historia.
¿Y si todo esto no es solo entretenimiento? ¿Y si estamos asistiendo al nacimiento de una nueva forma de arte? Porque hay algo profundamente humano en querer completarlo todo, en buscar cada trofeo, en compartir esa obsesión con desconocidos que, sin saberlo, son familia.
La última pantalla todavía está en negro
¿Hasta dónde llegará la fiebre por el platino? ¿Cuántos juegos se diseñarán no para ser disfrutados, sino para ser dominados? ¿Y qué pasará cuando la realidad virtual ya no se distinga del mundo que vemos por la ventana?
Quizá no tengamos todas las respuestas, pero una cosa es segura: si alguna vez hubo una era dorada de los videojuegos PS5, es esta. Y aún no hemos llegado al jefe final.
¿Estás listo/a para el siguiente trofeo?