El Asombroso Vuelo del Zóbel de 1959: ¡Un Triunfo en Segre!
Fernando Zóbel alcanza nuevos horizontes en el mercado del arte: una subasta en Segre que dejó boquiabiertos a todos.
La subasta del 2 de julio en Segre fue un espectáculo de arte y emoción. En este evento, Fernando Zóbel brilló con luz propia, y no fue para menos. Su obra Cerf-en-ciel #250, fechada en 1959, procedente de la prestigiosa colección del Marqués de Magaz, se convirtió en la estrella indiscutible de la jornada. El interés en esta pieza era palpable, no solo por su calidad artística, sino también por la revalorización impresionante que ha experimentado desde su última venta.
El Auge de Zóbel: De 12.000 a 260.000 Euros
“La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce.” Esta frase de Rousseau refleja a la perfección la venta del cuadro de Zóbel. Adquirida en Ansorena en 2003 por 12.000 euros, esta obra se subastó en Segre alcanzando la asombrosa cifra de 260.000 euros. “¡Vaya salto!” exclamaría cualquiera al comparar estos dos números. Este aumento no solo demuestra el valor del arte de Zóbel, sino también la astucia de los coleccionistas que supieron ver el potencial de esta obra.
En la subasta, los participantes se enfrentaron en una batalla de ofertas que se desarrolló tanto en la sala como por teléfono. El proceso fue rápido y competitivo, con ofertas que subían de manera constante hasta alcanzar los 260.000 euros. Con el premium del 21,78%, el comprador finalmente desembolsó 316.628 euros.
Isabel Quintanilla: Una Artista que Brilla con Luz Propia
En un nivel ligeramente inferior, pero igualmente destacable, se encontraba el Atardecer (2010) de Isabel Quintanilla. Este óleo, que retrata la visión desde un interior al atardecer, comenzó con una oferta de 9.000 euros. “La calidad siempre encuentra su camino,” podría decirse, ya que esta obra vio su precio ascender hasta los 32.000 euros. Esta venta simboliza un merecido reconocimiento a Quintanilla, cuyo trabajo ha sido menospreciado durante mucho tiempo en comparación con otros contemporáneos.
El Factor Sorpresa: Manolo Valdés y su Perfil VII
La subasta también tuvo su dosis de sorpresa. Manolo Valdés con su obra gráfica Perfil VII (2009), dejó a todos atónitos. Partiendo de 9.000 euros, el aguafuerte con aguatinta y collage alcanzó los 26.000 euros. Este aumento refleja, quizás, no solo el valor intrínseco de la obra, sino también una pizca de capricho coleccionista.
Otros Destacados de la Subasta
La subasta en Segre no se limitó a estos tres grandes nombres. Eduardo Úrculo y su Ella me ofrece su cintura astral (1971) alcanzaron los 22.000 euros, mientras que el Hau Madrilentzat 6.3.LT 72 (2001) de Jorge Oteiza y el Sin título (1990) de Pepe Espaliú también obtuvieron buenos resultados, con 20.000 y 16.000 euros respectivamente.
Maestros Antiguos: El Valor del Pasado
Entre las obras de maestros antiguos, destacaron las ventas del Retrato de Solita Kuntz Rambaud de Raimundo de Madrazo, y la Visión de san Francisco en la Porciúncula de Juan de Valdés Leal. Este último se vendió por 25.000 euros, lo cual refleja el valor perdurable de las obras maestras clásicas.
La subasta en Segre demostró una vez más que el mercado del arte está en constante evolución. Las obras no solo son apreciadas por su belleza y técnica, sino también por las historias que cuentan y los viajes que han emprendido a lo largo de los años. ¿Qué será lo próximo? ¿Qué otros artistas verán sus obras revalorizadas de manera sorprendente? La respuesta, como siempre, está en el futuro, esperando a ser desvelada.
“El arte no es lo que ves, sino lo que haces ver a otros,” decía Edgar Degas. Y en esta subasta, Segre hizo ver al mundo el valor inestimable del arte y la emoción que este puede generar. ¿Quién se atreverá a pujar por la próxima gran obra? ¿Y qué historias de revalorización nos esperan en el horizonte?
