Cincuenta y dos villas en la zona del embarcadero que se extienden de cara al agua y que pueden acoger hasta cien personas. Muy modernas. Inspiradas en el mar, las villas tienen una altura de hasta 3 metros y medio, con un techo encorvado que recrea las crestas de las olas. Tienen 3 habitaciones cada una, incluyendo una piscina y una playa privada.
Por supuesto, no falta el spa, un gimnasio y un restaurante. Tres salas centrales del hotel para aquellos que deseen salir de su privacidad, y sin dejar atrás el confort, el lujo y la sostenibilidad. El proyecto ha sido premiado con el International Hotel and Property Award-Best Beach hotel (el mejor hotel de playa) en dos mil quince y con el premio que da la gaceta Interior Design al Mejor Complejo turístico del año dos mil quince.
Nos cuentan más en: Ecoturismo de lujo en las Maldivas