Quizá por la manera en que se halla justo al filo de la enorme popularidad de la corriente primordial, la Sucesión se ha transformado en el género de espectáculo que impulsa a sus entusiastas a correr la voz por todos lados.
octubre 2019
Es simple ver por qué razón. La sucesión se centra en una familia riquísima y dueña de un conglomerado mediático inspirada en buena medida por los Murdoch con un pellizco de los Kennedy. Los Roy están perennemente vestidos con trajes afilados mientras que pasan del helicóptero a la limusina, de la limusina al penthouse. Viven sus vidas como VIP y pasan sus días ejercitando su poder contra el resto y entre ellos.
De una ojeada, se semeja mucho a otra entrada en el canon Wealth Porn. Aplicado más últimamente a cosas como Crazy Rich Asians y Big Little Lies , el término Wealth Porn se refiere a obras que se centran en la riqueza material de una forma saliva, exuberante en la decadencia y el poder que ofrece el dinero.
Ciertos espectáculos, como Entourage , son celebraciones directas de excesos peculiares. Actúan como un simple cumplimiento de deseos, dejando a la audiencia gozar de manera indirecta del planeta desentendido en el que el dinero verdaderamente no es una preocupación. La mayor parte de los espectadores viven sus vidas en los límites de sus presupuestos: programas como Entourage están diseñados para darles una idea de un planeta en el que esas barandillas se caen.
Entourage es dichosamente porno, desarrollado para cumplir una fantasía concreta y agradable sin muchas preguntas o bien dificultades.
El término porno de riqueza se vuelve más puntiagudo cuando está dirigido a películas o bien programas que aseveran satirizar la decadencia, mas que sospechamos que están utilizando esa aseveración como una disculpa para permitirlo. Este género de trabajo es más afín a aquellos que citan ambiciones artísticas elevadas como una disculpa para la desnudez o bien la violencia gratis.
No tiene nada de malo jugar con el disfrute de su audiencia al ver a personas preciosas desvestirse, mas hacerlo mientras que afirma ser subversivo puede parecer hipócrita.
The Wolf of Wall Street de Martin Scorcese y Billions de HBO han dividido a los críticos en lo que se refiere a dónde caen en el fantasma de celebración / sátira. En dependencia de su toma, la escena final de la primera, en la que Jordan Belfort se dirige a una habitación llena de marcas poco afortunadas mientras que habla de manera directa a la cámara, destaca la pretensión satírica de la película o bien marcha como una salida de la prisión -tarjeta gratis para una orgía de drogas gratis de 3 horas.
La representación no es exactamente lo mismo que el respaldo, con lo que es totalmente posible establecer un espectáculo o bien una película en el planeta de los ultra ricos sin festejarlos. Mas la tentación es fuerte. La riqueza se ve bien en la pantalla. Cada disfraz de forma perfecta amoldado, cada escenario anegado de detalles costosos.
El directivo puede soltarse, lanzar la banda sonora a toda marcha y hacer que la cámara gire por medio de escenas de exceso de estrellas de rock. O bien pueden deslizarse elegantemente por el planeta bien cuidado que tienen delante, deleitándose con la belleza boutique de cada cuadro.
Contar una historia sobre personajes con un músculo económico serio asimismo abre muchas posibles fantasías de poder en el momento en que empiezan a lanzar su peso: una enorme disculpa para las oraciones asoladoras y las piezas indecentes.
«Compré la aerolínea», afirma Ken Watanabe en el comienzo de Christopher Nolan . «Parecía más ordenado».
Esta clase de acrobacias de gran potencia son comunes en las historias sobre los insondablemente ricos. Hay algo enormemente entretenido en ver a alguien aprovechar una cantidad absurda de poder para conseguir sus objetivos, en especial cuando ese objetivo es de manera comparativa intrascendente, como Kendall cerrando un parque temático para el aniversario de su hijo.
La clave para comprender la Sucesión es que cada miembro de la familia Roy cree completamente que viven este género de historias de Wealth Porn: fantasías de poder directas y glamourosas.
No obstante, pese a sus atuendos bien diseñados y suntuosos pisos, la riqueza de los Roys pocas veces se hace parecer glamourosa.