El narcisismo, ¿Qué es? ¿De qué tipos hay? ¿Conoces casos de abuso narcisista? ¿Cual es su tratamiento?
La psicoterapia conocida como terapia de conversación es el mejor tratamiento para las víctimas de abuso narcisista. Cuando alguien busca Ayuda abuso narcisista es porque ha llegado el momento en que se sabe víctima de un o una narcisista y necesita recomendaciones para recuperarse del abuso narcisista. Una relación abusiva con un o una narcisista deja a las personas confundidas sobre quiénes son, sobre cuál es la verdad, acerca de lo que sienten y qué es lo que les está pasando.
Después de años de enfocarse en la psicología de la personalidad y de experiencias con psicópatas y narcisistas ahora Psicopsiquis ayuda a personas a sobrellevar la vida mejor cuando entran en contacto con personalidades tóxicas. Para que sepas mucho más te dejo algunos vídeos a lo largo del post.
Lo primero es aceptar la realidad y, a partir de ahí, establecer límites para el narcisista y concéntrate en ti mismo. Debemos superar el abuso narcisista y ver la nueva etapa como una oportunidad para sanar heridas pasadas y crecer. Si es necesario recurrir a esquemas del proceso de personalización, es debido no solo a las nuevas tecnologías de control suave sino también al impacto que este proceso tiene en el propio individuo.
Los tipos de narcisismo conocidos son:
- Narcisista inconsciente. …
- Narcisismo vulnerable. …
- Narcisismo poderoso. …
- Narcisismo encubierto. …
- Narcisista dependiente. …
- Narcisista salvador. …
- Narcisista mártir. …
- Narcisista impulsivo.
Así pues, y antes de continuar, podemos resumir que el trastorno de personalidad narcisista, que es uno de los diferentes tipos de trastornos de la personalidad que existen, es un trastorno mental. Estas personas tienen un sentido exagerado de su propia importancia y valía, una necesidad muy profunda de atención por parte de los demás, así como la necesaria y excesiva admiración de las demás personas. Derivan sus acciones en relaciones conflictivas y una absoluta carencia de empatía por quienes le rodean.
El Hoovering narcisista es lo que denominamos la “vuelta” o el “regreso” del o la narcisista. Porque parece ser que siempre intentan retornar. Y hay que estar prevenidos/as.
Con el proceso de personalización, el individualismo pasa por una fase de frenesí que aquí llamamos, según los sociólogos estadounidenses, narcisismo.
La segunda revolución individualista.
¿Qué otra imagen podría representar mejor el surgimiento de un tipo de individuo dotado de sensibilidad psicológica, inestabilidad y tolerancia, centrado en la propia realización emocional, ávido de juventud, deporte, ritmo? ¿Está menos ligado al éxito en la vida que al darse cuenta constantemente en la esfera íntima? ¿Qué otra imagen podría sugerir con más fuerza los monstruosos motivos individualistas provocados por el proceso de personalización? ¿Qué otro cuadro podría ilustrar mejor nuestra situación actual, en la que el fenómeno social esencial ya no es el estatus y el antagonismo de clase, sino la prevalencia social?
Ahora bien, aunque todo se reviste hoy en día de “solidario”, “ecologista” “social, etc, lo cierto es que los deseos individuales son más evidentes que los intereses de clase, la privatización es más reveladora que las relaciones de producción, el hedonismo y el psicologismo se imponen más que los programas y formas de acción colectiva.
La Navidad con narcisistas puede ser un calvario. Es posible que solo de pensarlo ya estés entrando en un período crucial de ansiedad. La Navidad con un narcisista o un psicópata, puede ser muy cruel. Como siempre tienen que dar la nota, tienes que saber qué hacer para que no vuelvan a fastidiarte otras fiestas.
Permíteme hacer algunas explicaciones claras y amplias sobre un tema que ha provocado malentendidos. Al contrario de lo que se ha escrito aquí o allá, el narcisismo no debe identificarse con la falta de compromiso del momento. De manera más amplia, corresponde a revelar posiciones ideológicas y al mismo tiempo sobrestimar cuestiones subjetivas.
La sociedad posmoderna es la era del windsurf, una imagen deportiva que ilustra con precisión una época en la que la res publica ya no tenía una base sólida, un lugar emocional estable. Hay quienes comienzan temprano, con pasos rápidos que llevan al gimnasio a las siete y cuarto y hay quienes, quizás más que millennials, prefieren presentarse con extrañas miradas cortas.
Un movimiento de la pelvis, lengua dentro y fuera de la boca… la variedad de evidencias gestuales narcisistas es tan ilimitada como el mundo, que está lleno de humanos. Aquí pasa de todo: las jugosas fresas que compró ayer por la tarde, bajándose del ascensor camino a la calle, con el móvil en la mano, el perro paseando antes del amanecer, la abuela cumple 93 años…
¿Siguen representando la vida o ya están activos? ¿Arte?
Según una investigación europea, entre el 6 y el 18% de la población muestra cierto grado de dependencia digital o uso problemático de Internet. Pero lo cierto es que la relación real entre las redes sociales y el narcisismo se ha conocido recientemente. En los últimos años la investigación es escasa y de corto plazo, por lo que existen dos hipótesis aceptadas: que el uso intensivo de Facebook, Twitter, Instagram, etc., conlleva un aumento del narcisismo, o viceversa. Por otro lado, es la persona la que es ahora más narcisista y han encontrado su lugar perfecto en las redes.
Se sabe desde el pasado mes de noviembre que la primera posibilidad, quizás la más aterradora, es más cierta gracias a un estudio desarrollado por la Universidad de Swansea, Reino Unido y la Universidad de Milán, en Italia.
PECADO
La influencia de cada vez más personas con personalidades narcisistas es simplemente que la sociedad es más egoísta y desagradable. El narcisismo es una pesadilla para quienes rodean al narcisista y, en última instancia, para él. Y afecta fenómenos tan complejos como las características individuales, los fenómenos colectivos como expresión del tiempo…
Todo esto es algo que representa nuestra cultura, la cultura globalizada de finales de la segunda década del siglo XXI. El mundo y su gente se representan a sí mismos continuamente. Lo extraño es que no sabíamos qué se estaba cocinando. Por ejemplo, ya en 2006, la revista Time dedicó una de sus portadas, a la Persona del año, la persona promedio, Eres tú; significa yo, es decir, todos nosotros.
